[RELATO]
Al Cojo Rázuri. Al Loco del Martillo. A la Monja Vengadora. Los atrapé a todos. Incluso resolví, en 2 días, un caso que desconcertó por 30 años a las autoridades. Ya pocos se acuerdan, pero me entrevistaban a cada rato en las páginas policiales. Gran publicidad pues, en los días posteriores, me llovían llamadas y cartitas: Ayúdeme, señor Fung, descubra al que seduce a mi mujer, con quién anda mi hijo, demuestre que han falsificado el testamento… Y eran esos encarguitos los que me daban de comer. Pero, en los últimos años, solo algunos investigadores bisoños (enviados por algunos policías retirados que aún recordaban mi toque), me consultaban. La capitana Merino o el sargento Padilla venían a veces con sus fotos y sus mapas a tener conmigo debates muy interesantes. Pero, desde que empezó la cuarentena, hasta ellos me han olvidado. No puedo seguir sacavuelteros ni atrapar sicarios por Zoom.